[vc_row][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]CONCURSO DE RESPUESTAS CORTAS-1
Sobre la costumbre de dar y recibir REGALOS
Respuestas recibidas hasta diciembre de 2015
Las damos sin los nombres de los autores. No se darán a conocer hasta la fiesta de san Pelayo de 2016, una vez que hayan sido votadas asistentes para premiar a la mejor.
[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_tta_accordion][vc_tta_section i_type=»entypo» i_icon_entypo=»entypo-icon entypo-icon-user-add» title=»Respuesta-1″ tab_id=»1450361079131-6002f0cb-e40f» add_icon=»true»][vc_wp_text]Un regalo es un acto de amor y de reconocimiento. Su elección, así como su recepción, está en función del estado de ánimo y gustos de uno y otro, por lo que siempre es subjetivo. Hay regalos interesados que conducen al sometimiento y al abuso de poder si no tenemos criterios claros. Y aunque el comercio lo ha orientarlo hacia fines comerciales, es bonito recibir un regalo que satisface deseos e ilusiones personales, que, siendo material, puede cubrir necesidades espirituales. Obsequio que algunas veces guardamos con primor como recuerdo.[/vc_wp_text][/vc_tta_section][vc_tta_section i_type=»entypo» i_icon_entypo=»entypo-icon entypo-icon-user-add» title=»Respuesta -2″ tab_id=»1450361079260-871b1415-0175″ add_icon=»true»][vc_column_text]La tradición ha desembocado en un consumo costoso de mantener. Un regalo gusta. En mi opinión los regalos deben ser prácticos. Y en estas fechas más. Claro que los comercios tiran de lo suyo, es su forma de «regalarse». También hay otras formas de regalos (segunda mano, sorpresa, algo inesperado…) Cuando el regalo es obligación, el regalo cambia su energía.[/vc_column_text][/vc_tta_section][vc_tta_section i_type=»entypo» i_icon_entypo=»entypo-icon entypo-icon-user-add» title=»Respuesta-3″ tab_id=»1450361417926-d0bd18cd-68b1″ add_icon=»true»][vc_column_text]Hecho con buena intención y mesura, es una magnífica costumbre. Hecho con mala intención, pierde su encanto y se pone al servicio de otros intereses.
Así, que, como todo en la vida, tiene su lado bueno y su lado malo: todo depende de qué, cómo y para qué se hace el regalo.
¡Es más complicado “dar” que “recibir”![/vc_column_text][/vc_tta_section][vc_tta_section i_type=»entypo» i_icon_entypo=»entypo-icon entypo-icon-user-add» title=»Respuesta-4″ tab_id=»1450361481343-04b9b822-5f74″ add_icon=»true»][vc_column_text]Regalo caro, trampa esconde. Si tu marido te regala perlas, hay que desconfiar, dice la alcaldesa Carmena. Si nadie me regala nada, me siento mal. Si los regalos son muchos, tiemblo mirando a mi bolsillo. Prefiero los regalos pequeños, los que me traigan algo de ti, un mal dibujo tuyo, unas palabras que tú me escribes, una flor de tu jardín.[/vc_column_text][/vc_tta_section][/vc_tta_accordion][/vc_column][/vc_row]