[vc_row][vc_column][vc_custom_heading text=»Concurso de Respuestas Cortas mayo 2016″ font_container=»tag:h2|text_align:center» google_fonts=»font_family:Montserrat%3Aregular%2C700|font_style:400%20regular%3A400%3Anormal» css=».vc_custom_1448478284585{background-color: #b5d196 !important;}»][vc_column_text]Amigos colono-huertaños:
Ya estamos cerca de nuestra fiesta de san Pelayo y, como ya dijimos en noviembre del año pasado al lanzar el primer Concurso de este tipo, vamos ya a poner en marcha este segundo Concurso de respuestas cortas, dando juego una vez más a nuestro Foro de Socios, que está siempre abierto a cualquier socio que quiera participar.
Aquel concurso de noviembre 2015, lo recordáis, era sobre el tema de “los regalos”. Las respuestas fueron pocas, es cierto, pero suficientes para animarnos a continuar, porque son muchos los temas con mordiente, es decir, de doble filo o cara, según se miren. Y por lo mismo, muy indicados para provocar muchas y variadas respuestas que es lo que buscamos.
El tema esta vez va a ser sobre ”la benevolencia que hace daño”. Extraño, ¿no? Pues ya veréis el mucho fondo que tiene debajo.
Lo presentamos encuadrado en un esquema parecido al del año pasado: Un tema, una historia, que esta vez serán dos, para ambientar el fondo del tema, y al final la pregunta concreta. Nos hemos permitido añadir unas pistas para orientar, y luego damos las normas para contestar.
Como las respuestas tienen que ser necesariamente cortas, de solo 3 a 6 líneas, y el tema es muy amplio, será mejor limitarse a un aspecto.
Y no olvidéis que en la próxima fiesta de san Pelayo, el 19 de junio, votaremos y premiaremos las mejores respuestas.

Un saludo cordial,
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_tta_accordion style=»modern» color=»green» c_align=»center» c_icon=»chevron» active_section=»3″][vc_tta_section title=»El tema: La benevolencia que hace daño.» tab_id=»1441874023656-b1376fe8-b671b1ad-7f43″][vc_row_inner][vc_column_inner width=»1/2″][vc_single_image image=»697″ img_size=»medium» alignment=»center» style=»vc_box_outline» border_color=»white» css_animation=»appear»][/vc_column_inner][vc_column_inner width=»1/2″][vc_column_text]La benevolencia es querer y hacer el bien a otro, y eso es bueno. Pero aquí se trata de mostrar la otra cara de la benevolencia, sus efectos no deseados y aun perversos, no fáciles de evitar. [/vc_column_text][/vc_column_inner][/vc_row_inner][/vc_tta_section][vc_tta_section title=»2) La Historia de la frase» tab_id=»1448479041919-70a40cec-8ae5″][vc_row_inner][vc_column_inner width=»1/2″][vc_single_image image=»702″ img_size=»full» alignment=»center»][vc_single_image image=»701″ img_size=»full» alignment=»center»][vc_column_text] Sobre el mismo tema o muy similar versa el libro de Greg Ip, FoolProof (“A toda prueba”, o mejor, “a prueba de tontos”) del comentador jefe de la prestigiosa revista internacional de economía Wall Street Journal. El subtítulo del libro no puede ser más expresivo: Por qué la seguridad puede ser peligrosa y cómo el peligro nos hace más seguros. Dice el autor que todos nuestros inventos para hacernos más seguros en realidad terminan por hacernos más daño: seguros antirrobos, seguros antiincendios, seguros de la casa, seguros de salud… Los cascos que se ponen los ciclistas y moteros para protegerse en una caída, hacen que se lancen confiados a correr a toda marcha y luego las caídas resultan mucho más peligrosas. Se han mejorado las técnicas para apagar los incendios de los bosques, pero a la vez nos han hecho descuidados y lo que vemos es más incendios. Todos estos sistemas de seguridad coinciden en una cosa. “Nos hacen sentirnos más seguros, y ese mismo sentimiento de seguridad hace que de pronto nos encontremos con peligros ocultos que no sabemos cómo afrontar. Y concluye: El punto crucial para estar preparados contra una desgracia personal o contra una calamidad nacional es aprender a ver el mundo tal como es, como un lugar peligroso, y no como la morada indolora y sin riesgo que nos hemos empeñado en construir.” (TIME, Oct-26-2015)[/vc_column_text][/vc_column_inner][vc_column_inner width=»1/2″][vc_column_text] Edward J. Renehan Jr, en su libro La vida de Cornelio Vanderbilt, se extiende en hablar de la “Sociedad Londinense de Prevención del Pauperismo” (SPP). Era el siglo XIX., el siglo de la revolución industrial, que trajo tanta riqueza a las sociedades occidentales dando trabajo a una multitud de obreros con el consiguiente bienestar. Una situación nueva que, al mismo tiempo, no tardó en generar masas de pobres al lado de las fábricas con frecuentes enfrentamientos entre los mismos obreros. Tanta pobreza y miseria, en un entorno de riqueza abundante, hizo que surgieran por doquier instituciones benéficas. Una de ellas fue la antes citada SPP, que repartía subsidios y ayudas sin fin allí donde aparecía una nueva necesidad. Con los años y la experiencia acumulada, viendo que los pobres e indigentes no paraban de aumentar, hizo público un informe en el que llegaba a esta conclusión: Que la benevolencia asistencial solo consigue empeorar las cosas… Que dar limosnas a los pobres que no se lo merecen no solo les mina por dentro su capacidad de autonomía, sino que conduce inevitablemente… a socavar la prosperidad de toda la comunidad… Porque el mismo acto de dar una ayuda es contribuir a crear en los ciudadanos hábitos de imprudencia, indolencia y despilfarro, con el consiguiente empobrecimiento.[vc_single_image image=»707″ img_size=»full» alignment=»center»][/vc_column_text][/vc_column_inner][/vc_row_inner][/vc_tta_section][vc_tta_section title=»3) La pregunta concreta:» tab_id=»1448479925034-45f3e1a6-3ec4″][vc_column_text css_animation=»appear»]¿Cómo pueden hacer daño la benevolencia y la seguridad, cuando lo que buscan es hacernos el bien y poder vivir más tranquilos? [/vc_column_text][/vc_tta_section][vc_tta_section title=»4) Pistas para contestar» tab_id=»1448479929612-3febe9bc-3f6e»][vc_column_text]
Releer las frases de referencia que hemos destacado antes de las dos historias.
- Tener en cuenta que la benevolencia puede vestirse con muchos trajes: el buenismo, la supertolerancia, el todo vale, el qué más da, el no pasa nada…
- Seguridad pública que mina la iniciativa personal… La benevolencia ficticia, de apariencia y aun engañosa, las mil promesas imposibles que nos hacen los partidos en tiempo de elecciones…
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